En medio de protestas por las reformas que se aprueban en el Congreso mexicano y del informe del presidente Peña Nieto, la música hace presencia, en especial el rock, no hay más que recordar que los ritmos primigenios del rock se derivan del blues, ritmo creado por afroamericanos en esclavitud.
Por ello el rock no puede desligarse de las luchas sociales y pretender mantenerse a raya de las protestas, menos cuando quienes engrosan las manifestaciones son los principales consumidores de música: jóvenes… y chavorucos.
Sin embargo, contrastando con la afinidad natural izquierdosa de los grupos musicales (rockeros y sus derivados) Kinky se presentó en la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo. Si bien no se pronunciaron a favor del partido en el poder y nunca han externado afinidad política con alguna corriente, a muchos nos sorprendió tal presentación.
Y es que no está de más decir que las mejores bandas son aquellas que se ponen la camiseta del pueblo y luchan por causas sociales; el ejemplo mexicano más claro Café Tacva, con su apoyo incondicional a Wirikuta y las playeras de resistencia a la “presidencia impuesta de Peña Nieto”; El TRI desconociendo instituciones; Molotov con sus letras de denuncia y pintándole cremas al presidente mexicano, o la Maldita Vecindad con su círculo de amor, paz y baile.
Entonces, es extraño que mientras en los festivales, las bandas expresen de maneras diferentes inconformidad e hijecesde $%&# del PRI para llegar al poder, los Kinky, con quien tantos camerinos han compartido, vendan un show al Tricolor.
Me queda claro que “Presidente” de los Kinky no buscaba nada de fondo y solo quieren hacer rolas que muevan a la banda, objetivo muy bien cumplido, dicho sea de paso.
El punto es que, como rockeros, no podemos ser ajenos a los movimientos, ahora inspirados por los maestros que legítimamente levantan su voz de inconformidad por la Reforma Educativa. Hay que recordar que en México debe existir cabida y respeto a la pluralidad.
Recordemos a bandas que jugaron un importante papel en la protesta, como la rebelión personificada por The Doors o los señalamientos marcados por Pink Floyd en sus letras; o ya más para estos años Manu Chau y Bersuit Vergarabat.
Hay que atender que en éste proceso de múltiples manifestaciones, deberá obligadamente de surgir una que otra banda interesante, como en los ochentas Real de Catorce que surge tras los movimientos sociales a raíz del temblor del 85; los noventas salinistas nos dejaron a Molotov y Control Machete; la primer década de los dosmiles, Monocordio cobró fuerza, al igual que la segunda vuelta de los Tacvos. Todo esto además de las 700 mil rolas de rock urbano, que señalan la marginación a más no poder.
Aprovecho para decirles que estoy un poco indignada de la falta de respeto a las manifestaciones, que si bien a algunos les parecen ajenas, deben aludir a un principio de educación básico: CONVIVENCIA.
Las recomendaciones:
Five to one – The Doors
Another Brick in the Wall- Pink Floyd
Gimme the Power- Molotov
La buenos aires- Real de Catorce
Canción protesta- Manu Chau
El fin de la infancia- Café Tacva
Sr. Cobranza- Bersuit Vergarabat
Blowin' in the wind-Bob Dylan
Guerilla radio-Rage against the machine
Another Brick in the Wall- Pink Floyd
Gimme the Power- Molotov
La buenos aires- Real de Catorce
Canción protesta- Manu Chau
El fin de la infancia- Café Tacva
Sr. Cobranza- Bersuit Vergarabat
Blowin' in the wind-Bob Dylan
Guerilla radio-Rage against the machine
Gas pimienta por aquello de que los granaderos sí son democráticos y agarran parejo para eso de “amansar manifestantes” y de las detenciones.
Algunos libros de historia y un tecito de tila para los que se quejan de las manifestaciones.
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